La Rinitis Alérgica es una patología muy común en todos los países, que forma parte de lo que llamamos Rinitis inflamatorias, y entre las que están las Rinitis alergicas bien perennes o estacionales, las infecciosas bien víricas o bacterianas, las eosinófilas, las neutrófilas, las hipertróficas y las atróficas.
No hay que confundirlas con las Rinitis no inflamatorias como son las rinitis vasomotoras, hormonales, medicamentosas, …etc., porque la clínica a veces se similar, presentando el paciente episodios de picor de nariz, rinorrea, estornudos, ojos llorosos o picor de ojos que se acompaña de a veces alteraciones en el olfato, dolor de cabeza , tos, congestión nasal, parpados hinchados…etc
La fiebre del Heno, no es sino una reacción alérgica que se desencadena cuando el alergeno, en este caso polen entra en contacto con la mucosa nasal, desencadenando una reacción inflamatoria en que se liberan determinadas sustancias como la histamina que provocan la sintomatología inmediata
El estudio y tratamiento corre a cargo generalmente del alergólogo, quien mediante test cutáneos valorará si se es alérgico a ciertos pólenes de la región, o incluso a pelo de animales o ácaros del polvo.
Hay ocasiones en que la sintomatología es muy evidente sin embargo las pruebas cutáneas no son demostrativas. Se pueden hacer mas estudios en sangre para determinar las IgE que son positivas. Ayuda al diagnostico cuando hay eosinofilia clara en el análisis de sangre y cuando hay presencia de eosinófilos en moco nasal.
Generalmente bien el médico generalista o el alergólogo suelen remitir al paciente para valoración al otorrinolaringólogo, para que explore al paciente, ya que hay ocasiones en que los síntomas son muy similares a otros procesos no alérgicos.
Por nuestra parte haremos una inspección general viendo el estado de las mucosas, una endoscopia nasal, para valorar el tamaño de los cornetes o el aspecto de la mucosa nasal, que en el caso de las R. Alérgicas, sueles ser violáceo y exudativo, y también para realizar estudios rinomanometricos para determinar la función nasal en cuando al flujo y las resistencias nasales, para seguir la evolución del paciente después del tratamiento.
Para el tratamiento lo primero es intentar no estar expuesto al alergeno, aunque esto es a veces difícil. Las vacunas son efectivas en un numero determinado de casos, y cuando se presenta la fase aguda, el tratamiento serán antihistaminicos de ultima generación para evitar la somnolencia que suelen producir, antihistamínicos locales en forma de spray nasal y corticoides en aerosol que son seguros para los adultos y los niños.
Hacer lavados nasales con suero, sal y bicarbonato ayuda para mantener las fosa nasales limpias y despejadas.